El 1 de julio de 1858, Charles Darwin presentó, por primera vez, un ensayo en el que exponía la Teoría de la Evolución de las especies.

DARWIN, Charles Robert (1809-1882)

El 1 de julio de 1858, prestigiosos científicos de la época tuvieron el honor de escuchar por primera vez, en la sede de la Sociedad Linneana de Londres, el ensayo donde se exponían las teorías evolucionistas de Charles Darwin y Alfred Russel Wallace. No obstante, no era la primera vez que se hablaba de evolucionismo. Jean-Louis Leclerc, en su estudio sobre las secuencias fósiles, hizo deducciones que apuntaban a la evolución de los seres vivos. Más importante todavía fue la aportación de Jean-Baptiste Lamarck, quien había sostenido la idea de que todos los seres vivos tendían a perfeccionarse y de que existían caracteres adquiridos que eran hereditarios —aunque el tipo de rasgos a los que aludía como hereditarios se han demostrado finalmente falsos—.

Las teorías de Darwin causaron un gran revuelo, ya que afirmaban que todo lo que nos rodea podía ser explicado a partir de la evolución, y que la selección natural era un factor suficiente para explicar todas las formas de vida. Esta teoría se basaba en la observación de la gran diversidad existente entre individuos de una misma especie, y la consiguiente deducción de que existía una selección natural que escogía, entre las diferentes variantes, aquéllas mejor adaptadas, de forma que se aseguraba la perpetuidad y mejora de dicha especie.

En un principio, Darwin reservó sus conclusiones a un círculo privado, al que pertenecían sus amigos más cercanos, como Charles Lyell y Joseph Dalton Hooker. No se decidió a redactar un resumen de su estudio hasta que el zoólogo británico Alfred Russel Wallace le envió una carta en la que le anunciaba que había extraído impresiones similares en sus trabajos. A partir de este ensayo, que presentaron juntos en 1858, escribió el libro On the Origin of Species by Means of Natural Selection (El origen de las especies), que fue publicado al año siguiente.

Su libro se agotó rápidamente y fue fuente de fuertes y reiteradas controversias que le enfrentaron con diversos científicos y hombres de religión. En medio de aquella escandalosa polémica, Darwin encontró un apoyo en el eminente biólogo y naturalista Thomas Henry Huxley, que se erigió en un gran defensor y divulgador de sus teorías.

Algunos de los puntos débiles de la Teoría de la Evolución de las especies de Darwin surgían de la falta de conocimiento sobre los mecanismos de herencia y de la variabilidad en una población, aspectos que se habían visto contaminados por las ideas erróneas, en ciertos aspectos, de Lamark. Aunque el monje y naturalista Gregor Mendel trabajó para aclarar estos mecanismos, sus resultados (que había publicado en 1866) no se tomaron en cuenta hasta 1900, cuando varios botánicos y científicos los recuperaron; gracias a ello, pudieron finalmente esclarecerse y modificarse los fallos de que adolecía la teoría darvinista.

>> Si quieres conocer en profundidad la historia de la teoría de la evolución puedes consultar el artículo sobre el evolucionismo de La Gran Enciclopedia Iberoamericana, también podrás encontrar la biografía de los principales científicos que ayudaron a su desarrollo, como Jean Louis Leclerc, Jean-Baptiste Lamarck, Charles Darwin, Alfred Russel Wallace o Gregor Mendel.

Evolucionismo

La teoría de la evolución y los términos afines —evolucionismo, darvinismo, etc.— constituyeron desde los primeros momentos de su génesis una de las más relevantes fuentes de controversia, no sólo en el campo científico, sino también en los ámbitos ideológico y religioso… >> Seguir leyendo el artículo sobre el evolucionismo en la Gran Enciclopedia Iberoamericana.

 

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