Hiroshima, 70 años después de la bomba atómica

El 6 de agosto de 1945, a las 8.15 (hora local), el Enola Gay, un B-29 estadounidense, lanzaba una bomba atómica sobre Hiroshima. En segundos, la ciudad japonesa quedó destruida, dejando en ese mismo momento más de 80.000 muertos, cifra que se elevaría con el paso del tiempo por los efectos de la radiación.

Bajo estas líneas, ruinas del Palacio de la Exposición, que recuerda la explosión de la primera bomba atómica sobre una ciudad habitada (Hiroshima, 6 de agosto de 1945, 8,15 horas de la mañana) que quedó destruida en un 90 por 100, pereciendo 80.000 personas y quedando con secuelas incurables otras tantas. A la izquierda. las víctimas corren sin rumbo. intentando escapar a su triste destino, producto de la inteligencia humana aplicada a la destrucción.

Bajo estas líneas, ruinas del Palacio de la Exposición, que recuerda la explosión de la primera bomba atómica sobre una ciudad habitada (Hiroshima, 6 de agosto de 1945, 8,15 horas de la mañana) que quedó destruida en un 90 por 100, pereciendo 80.000 personas y quedando con secuelas incurables otras tantas. A la izquierda. las víctimas corren sin rumbo. intentando escapar a su triste destino, producto de la inteligencia humana aplicada a la destrucción.

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El proyecto Manhattan produjo dos modelos distintos de bombas atómicas. La bomba lanzada sobre Hiroshima, llamada Little Boy, fue construida con uranio-235, un raro isótopo del uranio. El diseño de la bomba era más sencillo que el de la utilizada durante el bombardeo de Nagasaki y el principio operacional consistía en disparar piezas de uranio una contra otra. Al juntarse cierta cantidad de 235U (su masa crítica), se producía una reacción de fisión en cadena que provocaba una explosión nuclear. No obstante, la masa crítica necesaria para producir esta reacción debía unirse muy rápidamente ya que, de lo contrario, el calor emitido al comienzo de la reacción expulsaría el combustible antes de que se consumiera la mayor parte de él. Para evitar este problema, la bomba utilizó un cañón para disparar una parte del uranio 235 dentro de la otra. Debido a que se creía que su diseño era sumamente confiable, se consideró que no hacía falta probarlo antes de usarse.

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